miércoles, 23 de noviembre de 2011

Reseña : Kilómetros de Negra

Veinte historias a fondo.

Kmdenegra

Autor : Elizabeth Vernaci     Año : 2011  ISBN : 978-950-49-2756-3

Editorial : Planeta

Páginas : 203 

Dedicatoria : A mi mamá, por salvarme, dejando toda su biblioteca a mi disposición.

A mi papá, por mostrarme las rutas y darme un auto.

Y a mi hijo, con la esperanza que lea esto después del 2020.

Prólogo : Alejandro Dolina, con la salvedad que nos aclara que no leyó el libro, lo que lo convierte en el prólogo mas auténtico que hemos leído.

Luego de leer la autobiografía de Martin Palermo seguimos incursionando en estos géneros donde los autores sin ser  escritores profesionales lanzan libros con sus historias. Y a nosotros que somos lectores nos permite conocer mas la persona que vive en estos personajes públicos.

Nota : Aclaramos que somos oyentes y seguidores del programa radial de la autora por lo que la objetividad de esta reseña puede verse comprometida a favor de la obra de la locutora y ahora escritora.

Al seguir el programa radial Tarde Negra por la FM Rock&Pop supimos del lanzamiento del libro y en la primera oportunidad compramos un ejemplar. La librería local lo exhibía en la vidriera en el mejor lugar aprovechando la novedad del lanzamiento.  Una oportuna pelea mediática de nuestra autora con otra colega , la conductora Ernestina Pais ayudó a que se hable mas de Elizabeth y su nuevo libro.

Café de por medio y a leer un libro práctico, bien escrito y con la ventaja adicional del tamaño, no muy grande y con una tipografía que agradecemos los que usamos anteojos para leer.

Menos de tres horas habían durado las veinte historias que nos contaba la autora.  En una cronología que se inicia en su mas tierna e inocente infancia en una casa en el campo cerca de Buenos Aires y mas tarde su juventud en el porteño barrio de Floresta.  En el medio la separación de sus padres y la vida con su madre, abuelos y hermano.

A partir de esta época el hilo conductor de los relatos  se centra en distintas relaciones  y parejas que tuvo la escritora, entre ellas la que tuvo con el padre de su hijo. Es en estas historias donde quizás esté la parte mas rica del libro con muchas anécdotas desconocidas para sus seguidores radiales. Otro punto fuerte es el sexo que aparece continuamente desde los primeros capítulos.

Estas son historias que nos cuenta Elizabeth en el orden en que aparecen  (si se lee el libro desde la página uno en adelante)

La flor de mis heridas, A campo y traviesa, Desarma y sangra, Pibe Chorro, La noche boca arriba, El Fitito lila, Novias de Flores, Errático erotismo, Huellas de radio, Un viaje corto, Una de ricos y pobres, Esperas negras, Boccato di cardinale, Shooting rubberbands at the stars, El olor de la thuya, Aquella solitaria vaca, Encuentro con el diablo, La tipa, Amigos gays, Kilómetro 0 / A modo de epílogo.

Relatos contados con su humor característicos y un lenguaje escrito que parece mucho mas “tímido” que el del personaje radial, pero cada tanto algo de ese personaje aparece.

En definitiva un libro entretenido, que enseguida te atrapa y se lee rápido y deja un gusto a segunda parte al final, como que nos quedamos con ganas de mas historias. Habrá una continuación ?

No lo  sabemos, por la radio aseguró que había tardado casi ocho meses en escribirlo, pero quien sabe ?

1 comentario:

Lola Blue dijo...

Este libro que juega de manera permanente con la metáfora del viaje y de los automóviles, como única "idea", no cumple la promesa de su subtítulo. Ninguna de las casi anécdotas o desventuras narradas "va a fondo". Se queda, en algunos casos, en una pobre interpretación de un psicoanálisis de perogrullo.
El estilo de escritura coloquial se ve interrumpido tanto por la reiteración enfática de dos términos: el sustantivo pija y el verbo cojer (en sus distintas conjugaciones) los que en esa insistencia que se percibe forzada, se tornan vacíos: pierden su sentido, su fuerza.
En conjunto se presenta una figura femenina desdibujada y contradictoria entre una niña que ha sufrido una mala infancia, que carga con el resentimiento de su familia materna y los desplantes de la paterna, pero que a la vez se planta como desenfadada, una "mata hari" inverosímil que pasa de un extremo a otro: de la "tipa" que puede cojerse a media humanidad a la puritana que no coje cuando menstrua, que no habilita el sexo anal.
A lo largo de las páginas queda claro que lo de la "negra" es el sexo oral y sinceramente la oralidad es lo de Vernaci, porque en la radio Eli es fantástica, es fresca, graciosa, inteligente, pero en la escritura es su antítesis.
Un maestro, como siempre Dolina, que le prologa el libro señalando que no ha leído el texto. Seguramente prefiguraba la escritura de Vernaci.